Psicología y Martirio II. Los mártires cristianos del s. XX en la II Guerra Mundial (página 2)
La teoría
psicológica de Carl Albrecht. La vida ascética y
mística.
Sobre la cuestión del mundo terrenal y la vida
eterna, pueden recuperar algunos pasajes sobre todo en lo
concerniente a San Buenaventura, doctor de la Iglesia, y
gran teólogo franciscano, y que hace referencia al
¨itinerario del alma hacia
Dios¨, su obra cumbre sobre la materia en
cuestión.
A este propósito, sirve clarificar el concepto de vida
ascética, esfuerzo, superación y entrenamiento del
alma para desprenderse de lo material, y entrar en contacto con
la dimensión divina (¨cognitio dei
experimentalis¨), característica que destaca en los
mártires de la Iglesia, y que define el modo en que han
tenido que superar los suplicios a los que se han visto sometidos
necesariamente a través de una experiencia mística
y de íntima unión con Dios.
Para más información consultar la Conferencia:
Psicología
Cristiana. Principios
fundamentales de la tradición judeo-cristiana y
greco-romana en la Religión y
Filosofía, presentada en la categoría de ética en
el V CVP – Interpsiquis 2004.
Cap. I. El caso de
la Guerra Civil
Española.
Nunca más se podrán olvidar la vida y la muerte de
cuantos se opusieron con su sangre, entre
1933 y 1945, al régimen republicano en España
anuncio de la eclosión de las persecuciones del movimiento
nacionalsocialista en Alemania, la
violencia, la
represión y el crimen que costaron la vida a millones de
personas, la Iglesia y la fe se convirtieron en objetivo del
terror.
La historia
precedente a la guerra civil española, particularmente los
hechos sucedidos durante la revolución
de 1934, junto con el inicio de una destrucción
sistemática de la Iglesia desde los primeros días
de la guerra civil, han permitido llegar a la conclusión
de la existencia entonces de programas
políticos destinados a conseguir la desaparición de
la Iglesia de la nueva sociedad
española.
Muchos sufrieron y murieron dedicando sus últimas
palabras a Cristo Rey, único verdadero Señor, en
contraposición con las pretensiones de ideologías y
poderes políticos totalitarios, presentes entonces en
Europa y que, en
España, en formas comunistas o anarquistas, pretendieron
someter sus conciencias y hacerles blasfemar de Dios y negar a
Jesucristo.
El primer año de la guerra, comenzada en julio de 1936,
se convirtió así en un periodo de
persecución absolutamente extraordinaria, en que se
buscó la muerte de
aquellas personas que eran el sostén de la Iglesia y, por
tanto, en primer lugar, del clero; pero donde murieron
también muchos religiosos y fieles laicos, particularmente
aquellos que se habían significado en movimientos o
actuaciones apostólicas católicas.
Durante la persecución religiosa muchos sacerdotes
fueron asesinados por haber sido sorprendidos en el ejercicio de
su ministerio, por no haber querido abandonar al rebaño
que se les había confiado.
Las cifras globales de los muertos por el odium fidei en la
guerra civil española no se conocen con exactitud. Es
posible, en cambio,
conocer las cifras referentes al clero y a los religiosos: al
menos 4184 asesinados del clero secular, incluidos seminaristas,
doce obispos y un administrador
apostólico, 2365 religiosos y 283 religiosas. Así,
por ejemplo, en la diócesis de Barbastro de 140 sacerdotes
quedaron 17; en Madrid
murió el 30% del clero, en Toledo el 48%. En Valencia se
destruyeron total o parcialmente 2300 templos, en Barcelona
quedaron dañados todos menos diez, etc…
(Extracto de la conferencia magistral de Alfonso Carrasco
Rouco – Facultad de Teología "San Dámaso" (Madrid)
en la XXIX Videoconferencia Teológica Internacional : "El
martirio y los nuevos mártires". Congregación para
el Clero; Ciudad del Vaticano, 28 mayo 2004).
Cap. II. La II G.M. (1939 –
1945) :
a) S.S. el Papa Pío XII y Monseñor Hugh
Joseph O´Flaherty.
El Cardenal Eugenio Pacelli fue coronado Papa el 12 de marzo de
1939, con el nombre de S.S. Pío XII. En los meses que
siguieron, no se cansaría de prevenir al mundo sobre el
peligro de una guerra, ni escatimó esfuerzos para evitar
que se extendiera. Sin embargo, estallaría en el mes de
septiembre, y el Estado
Vaticano, con un escaso medio Km2 de extensión se mantuvo
neutral, haciendo de él un lugar de asilo para cuantas
personas pudiera, construyó refugios antiaéreos,
cámaras acorazadas, decretaría el toque de queda
con la prohibición de encender luces de noche, y
estableció una red clandestina de
agentes por toda Europa, que se encargaba de recabar
información sobre prisioneros de guerra, refugiados y
evadidos, ocupándose de ello el Santo Oficio.
La historia real de Monseñor Hugh Joseph
O´Flaherty, ¨Primo Notario¨ del organismo
más estricto y poderoso de la Santa Sede, el Santo Oficio
o Congregación para la Doctrina de la Fe, condecorado por
Italia,
Canadá y Australia, y por el Congreso Norteamericano con
la Medalla de la Libertad,
nombrado Comendador del Imperio Británico, y convertido en
Cardenal por el Estado
Vaticano, que organizó un sistema de
eficacia
increíble y extraoficialmente, con el fin de esconder y
lograr que escaparan de una muerte segura miles de personas sin
hacer distinción de raza, sexo, edad,
nacionalidad o
creencia religiosa, que eran perseguidas indiscriminadamente por
el IIIer. Reich alemán durante la triste y penosa IIª
Guerra
Mundial.
El 15 de agosto de 1944, Israele Zoller, su nombre y apellido
original, manifestaría por primera vez y confidencialmente
al rector de la Universidad
Pontificia Gregoriana de Roma, el Padre
Paolo Dezza S.I. que llegaría a ser cardenal, su
intención de hacerse cristiano. La gratitud del gran
rabino de Roma hacia el Santo Padre Pío XII, por salvar a
miles de judios y su propia vida, y su estrecha relación
en el Vaticano durante la II G.M. decidieron al Dr. Eugenio Zolli
convertirse al catolicismo, culminando con el mismo nombre propio
del Sumo Pontífice, Cardenal Eugenio Pacelli, y en la pila
bautismal de la capilla de la Iglesia Santa María de los
Angeles, el 13 de febrero 1945, su adhesión a la Iglesia
Católica, Apostólica y Romana; su esposa Emma,
añadió a su nombre María por la Iglesia en
que ambos se bautizaron el mismo día.
Las parroquias y conventos de Roma acogieron a miles de judíos
durante la II G.M., arriesgando su vida a pesar de la
persecución. A partir de 1943, cuando los nazis lanzaron
su objetivo de exterminio del pueblo judío en Italia, 155
parroquias y decenas de conventos salvaron a 4.447 judíos.
Así lo revela una lista realizada en 1945 por el padre
Beato Ambord, documento histórico que fue hecho
público el martes, 26 de septiembre de 2003, en una
conferencia organizada en Roma por la Coordinación de historiadores religiosos.
En el simposio se
constató que la obra de ayuda de la Iglesia en realidad
fue mucho más amplia. De hecho, se ha confirmado que al
menos 7 casas de religiosas y 9 congregaciones religiosas no
aparecen en la lista de instituciones
que acogieron a judíos perseguidos.
b) Paul Louis Landsberg y los mártires del s.
XX.
No hay que profanar el ¨Sagrado Santuario¨ que alberga
el camposanto de los mártires cristianos que revivieron la
pasión, muerte y resurrección de Nuestro
Señor Jesucristo, dando su Testimonio de Fe, no hay
amor
más grande, y siempre nos recuerdan que debemos respetar y
proteger la vida humana, son dignos herederos de una
incuestionable inocencia que no debe ser juzgada con voces
hirientes que acusan y ofenden su eterno descanso, el tiempo les
hará justicia. No
les olvidaremos.
In Memoriam.
Junto a los miles de víctimas sin nombre y de los
mártires por Cristo y por la Iglesia se yerguen personajes
cuyos nombres se han convertido para todos en ejemplo: Alfred
Delp, Padre Maximiliano Kolbe, Rupert Mayer, Edith Stein, Hermann
Joseph Wehrle, Domprediger Maier, Paul Louis Landsberg, … Todos
ellos acabaron en la mira de sus verdugos por su propia fe y por
su entrega incondicional a Jesucristo.
El Padre Rupert Mayer: "Enfermo gravemente a consecuencia de una
herida recibida durante la guerra en el momento en que
administraba el viático, se opuso abierta y valerosamente
contra quienes atropellaron los derechos de la Iglesia y de
la libertad, y por ello sufrió las atrocidades del campo
de concentración y exterminio".
Dietrich Bonhoeffer, teólogo mártir en los
campos de concentración nazis, en la Navidad de
1943 compuso una plegaria para otros presos, conocida con el
nombre de "la oración de la mañana": "Estoy solo,
pero tu no me abandonas; estoy asustado, pero junto a ti tengo
auxilio, estoy inquieto pero junto a ti está la paz;
…no entiendo tus caminos, pero tú conoces mi
camino" ("Resistenza e resa" a cura di A. Gallas, Ed. Paoline,
Cinisello Balsamo, año 1988, p. 238).
Maximiliano María Kolbe (1894 – 1941), fraile
conventual, confesor y mártir…nacido en 1894 en
Lódz (Polonia), fundador de la ¨Milicia de
María Inmaculada¨en Roma (1917), ordenado sacerdote en
1918, fundador de la ¨Ciudad de Inmaculada¨ en
Niepokalanów (Polonia) y en Mugenzai-No-Sono (Japón).
El 14 de agosto de 1941, murió en un barracón del
¨Campo de concentración y exterminio de
Auschwitz¨, tras salvar la vida de un padre de familia que iba a
ocupar su lugar, víctima de una eutanasia
contra su voluntad, por inyección letal, hambre y sed. Es
beatificado por Pablo VI el 17 de Octubre de 1971, y proclamado
Santo por Juan Pablo II, el 10 de Octubre de 1982…
Réquiem in Pace.
Paul Louis Landsberg (1901-1944). Fue profesor de la
Universidad de Bonn. Su lucha contra el nazismo le
obligaría a huir de Alemania unos días antes de la
subida de Hitler al
poder. Tras
dos años impartiendo la docencia en
Madrid y Barcelona se instalará en Francia, donde
se vincula al movimiento Espirit en 1936 fundado por Emmanuel
Mounier. Fue amigo y discípulo de Max Scheler y, como
él, cristiano. Deportado en 1943 por su origen
judío, murió de extenuación en el campo de
concentración de Oraniemburg en 1944.
Nuestro amigo Paul, ya tocó el límite en carne
propia de lo que la vida le da o le quita. En el papel borrador
de su escritorio se leía con prolijidad y perplejidad: "
En mi camino arenoso no encuentro flores. De vez en cuando
encuentro pequeñas piedras blancas".
A decir verdad, la vida de Paul está en el punto
máximo que un ser humano pueda tolerar. Ya esta era la
segunda vez que escapaba de un país que le era adverso a
sus ideales. Él o su persona eran una
amenaza para la seguridad del
país donde estaba. Pero ya no toleraba más sentirse
perseguido las veinticuatro horas. Sobrellevaba su vida con
desesperación, ya que si lo atrapaban sería primero
el camino de la tortura, luego el de los trabajos forzados, puede
que luego de un pelotón de fusilamiento y toda clase de
humillaciones que un ser humano nunca podría tolerar.
En el bolsillo interior de su saco tenía un frasco de
veneno, fruto de pactos con colegas de lucha que sería
usado en caso de ser descubierto para no declarar al Führer,
al nazismo que lo buscaba por cielo y tierra.
Este frío viernes en Paris lo encerró como en un
navío, solo, en el mar de su habitación. Entre
lecturas, recuerdos y encontrar un hilo conductor que lo ayudara
a hilar el futuro.
El frasquito convivía con él, como un pasaporte,
un salvoconducto para salirse de escena para evitar lo peor.
Muchos filósofos, hombres de letras y amigos de
lucha contra el régimen lo tuvieron que usar. Paul lo
analizaba como que no tenían otra alternativa y así
lo justificaba. Aún siendo católico no alababa la
conducta suicida,
pero si lo tenía como recaudo en el interior del bolsillo
de su saco. Después de huir de Franco, ya estaba
más que harto de esconderse desde el año 34, cuatro
días antes que el Führer asumiera el poder total en
Alemania. Abandonó la Universidad de Boon y se
refugió en España, todo un cambio terrible.
Él tenía por arma su pluma, su escudo era el
estratégico cambio de residencia y su salvoconducto el
frasco en su bolsillo.
Esta noche cavilaba sobre la terrible noticia de la muerte de
su amigo Marx, que los
nazis lo habían llevado a Polonia y murió en la
cámara de gas. Se
decía:
"Que personal es la
muerte, me marca como un
hierro
candente sobre mi corazón,
es como una explosión que hace estallar en mil pedazos los
esquemas sobre mis creencias y preconceptos, poniéndome a
prueba por la experiencia en mi piel de su
muerte y exaltando por la amenaza de la desesperanza que esta
noticia secreta manifiesta en mí".
El tenía la certeza de que Jesús lo
comprendía, es más, pensaba que Jesús
(quién llevó la verdad al mayor de los extremos)
convivía cotidianamente con él. Aunque todas o casi
todas sus cavilaciones terminaban en el límite de su saco.
Pensó por que Marx no usó este salvoconducto.
Comentaba esta carta que se
dejó llevar sin resistencia y no
tuvo intención de salir por el lado de la muerte por mano
propia, ya que todos nos habíamos propuesto este
remedio.
La noche era límite, los sentimientos lo hacían
sudar, llorar y los recuerdos no lo dejaban en paz y se
decía así mismo:
"Si me vienen a buscar estoy totalmente decidido a suicidarme,
no quiero ser humillado, dispondré de mi vida, soy libre y
si me mato más libre aún. ¡Que intrusa es la
muerte¡. ¡Cómo duele morir de a poco¡.
Es como que me faltara chocar contra la eternidad y de un salto
salir de escena. Sería como usar mi omnipotencia para huir
de esta impotencia que me acorrala día a día".
Después de horas, saca uno de sus libros de
San
Agustín y busca luces para iluminar esta noche donde
el hecho de ser perseguido a muerte, torna su búsqueda
espiritual un sentido al sin sentido de morir.
Paul se escuchaba en San Agustín: "Qué dolor
entenebrecía mi corazón; y todo lo que miraba era
muerte. Y la patria me era un suplicio; y la casa paterna un
horror extraño; y todo aquello que hube en común
con él me era crucifixión atroz sin él. Mis
ojos le requerían por doquier, y no me era dado; y odiaba
todas las cosas porque no lo tenía y porque eran incapaces
de decirme: "Espera, que vendrá", como cuando, en vida,
estaba ausente. Yo mismo me había vuelto un gran
interrogante para mí, y le preguntaba a mi alma por que
estaba triste, y por qué me conturbaba tan fuertemente: y
ella no sabía qué responder. Y cuando yo le
decía: "Espera en Dios", con razón no
obedecía: porque el hombre
queridísimo al que había perdido era más
verdadero y mejor que ese fantasma en el que se le mandaba
esperar. Las solas lágrimas me eran dulces y había
sucedido a mi amigo en las delicias de mi corazón
(Confesiones IV, 4. San Agustín) " .
Era ya de madrugada, sentía cada palabra como una daga
y notaba en una angustiosa realidad que percibía que la
vida, su vida empezaba a dudar de sí misma. Esto lo
paralizaba lo hacía muy vulnerable y por más
católico que se sintiera le exigía a Dios que fuera
su Esperanza. Pero todo terminaba en su interior cuando se tocaba
el saco y notaba algo que lo haría regresar al Seno
Materno, a la Madre Tierra, a esa oscuridad fetal, ese Eterno
nacer que lo llevaría como una liviana semilla de
Eternidad.
Navegando, como un marinero en medio de su propia tormenta,
timoneando en una guerra que lo desfiguraría en su
condición humana, se encontró una noche con
Jesús que le decía: "Soy el camino, la verdad y la
vida".
Esta experiencia al límite de toda vulnerabilidad, le
trajo Paz, que tanto anhelaba. Se sintió que no estaba
solo ni abandonado en medio de semejante guerra mundial.
Percibía con más claridad que esta guerra, la cual
él tanto combatió y de la que se sentía
parte lo obligaba a una experiencia "espiritual".
Con suma crudeza experimentó ese Cristo roto y
crucificado, como así ahora la noticia de la muerte de
otro amigo, Walter, en el campo de exterminio nazi, sin que se
opusiera a ese destino por la vía del suicidio. Le hizo
comprender que no es lo mismo "matarse para evitar la cruz", que
"evitar el sacrificio de la cruz". Esto ya no era en él
una reflexión filosófica, era un recorrido personal
y espiritual.
Esa misma noche, ya de madrugada, en el otoño parisino,
sintió ese impulso que le dió mucho alivio y
liberó su deseo. Tomó su chaqueta, introdujo
suavemente su mano, pudo asir el frasquito de veneno, que lo
acompañó por casi una década, se
dirigió al tacho de residuos y lo despachó.
Ya sentado en el sillón del escritorio con gran alivio
espiritual durmió profundamente, como hacía tiempo
no lograba.
Esa misma noche se leía en sus escritos personales: "El
hombre es el
ser que puede darse muerte así mismo y que no debe
hacerlo…". "Sé, que esta vida sobrepasa mis fuerzas,
pero tu Espíritu
Santo es el alimento en medio de este bravo mar". Acorralado,
pero paradójicamente liberado, deseaba morir. Pero
decía a imitación de Cristo: "Que se haga tu
voluntad y no la mía". Y percibió un profundo
cambio sobre la imagen que
tenía de Dios, ya no era un amo, como el amo de un
esclavo. Lo experimentaba como un Padre. Un Padre que lo amaba
infinitamente y con una sabiduría infinita.
Nuestro amigo Paul comprendió en carne propia una de
las paradojas más grandes del cristianismo
al preferir el martirio al suicidio. Y ya no era que se negaba al
suicidio por un cobarde apego a la vida, sino por que encontraba
una beatitud extraña el hecho de seguir el ejemplo de
Cristo.
El abandonar el frasco, lo liberó y lo
identificó con Cristo de tal forma que podemos decir que
Paul es un verdadero testigo del cristianismo. Antes de cerrar su
libro de
anotaciones personales, por la tarde, para dirigirse por
última vez a la universidad, se leía: "..debo
cargar con la cruz alimentada por una fuerza
desconocida que viene del centro del amor divino. No debo
matarme, por que no debo arrojar mi cruz…".
Apéndice.
Una crónica de la ocupación de Roma.
Extracto refundido del libro del periodista J.P. Gallagher:
Púrpura y Negro; de Ediciones Palabra. Madrid (1985). La
versión original de este libro apareció en Souvenir
Press Ltd. London con el título ¨The Scarlet Pimpernel
of the Vatican¨.
El Correo de Dios.
En la Pascua de Resurección del año 1941, el Papa
Pío XII, nombraría a Monseñor Bergoncini
Duca, Nuncio especial de la Santa Sede, y a Monseñor Hugh
Joseph O´Flaherty, intérprete y secretario, con el
fin de comprobar el estado de los miles de prisioneros de guerra
concentrados en diversos campos repartidos por el norte de
Italia, que encargados de visitar a los soldados capturados,
hombres cuyas familias no sabían si estaban vivos o
muertos, recababan la información necesaria que luego
radiaban por Radio Vaticano.
De igual modo, y al margen de los canales oficiales, con la ayuda
de sacerdotes rurales consiguieron entregar miles de libros, que
incluían un devocionario elaborado especialmente por
Monseñor O´Flaherty para los presos, de la Cruz Roja
consiguieron hacerles llegar alimentos y
medicinas, y milagrosamente gran cantidad de ropa de abrigo para
los fríos inviernos itálicos, consiguiendo la
destitución por las autoridades italianas de varios de los
comandantes de campos de concentración que eran conocidos
por su dureza . Su misión de
¨Corriere di Dio¨ continuaría hasta la Navidad de
1942 en que el Gobierno fascista
alertado por sus procedimientos al
margen de las normas legales
decidió apartarle de los campos de prisioneros.
El Santo Oficio seguía recibiendo miles de peticiones de
italianos que querían saber de sus hijos y esposos, y
además los nazis y fascistas habían activado la
busca y captura de personas evadidas, sobre todo de judíos
y aristócratas contra el régimen. Y así como
el Papa Pío XII había decretado el asilo de los
representantes diplomáticos acreditados ante la Santa Sede
de los países en guerra contra el eje, que fueron
concentrados en el Hospicio de Santa Marta, dentro de las
murallas del Vaticano, y en la parte posterior de la Santa Sede,
en el Colegio Teutónico, que extramuros gozaba de
extraterritorialidad, Monseñor O´Flaherty
organizaría desde este centro de operaciones
estratégico, la red de refugiados y evadidos
más importante de la IIª Guerra Mundial, con un
sofisticado sistema de ocultación y fugas.
La Junta Tripartita.
La rendición de Italia el 3 de septiembre de 1943 y la
tregua militar subsiguiente, desencadenaron una auténtica
evasión de prisioneros. La mayoría solía
dirigirse a Roma para buscar refugio, a la Basílica de San
Pedro, con objeto de acogerse al antiguo privilegio de asilo
eclesiástico. Algunos de ellos habían conocido a
Monseñor O´Flaherty en la época que visitaba
los campos con Monseñor Duca, y acudían a
él, otros se los enviaba Secundo Constantini, encargado de
la Sección de Intereses Extranjeros de la Legación
Suiza que ocupaba parcialmente la antigua Embajada Inglesa, y
había por lo menos 74.000 prisioneros de guerra
británicos, también los Guardias Suizos que
garantizaban la seguridad del Vaticano escoltaban a muchos de
ellos ante la petición de auxilio… El 14 de septiembre,
los alemanes ocupaban Roma, era preciso, pues, encontrar
alojamientos seguros,
alimentos y recursos
económicos, lo cual suponía organizar una red de
refugio y abastecimiento en las entrañas del nazismo,
mientras la SS y Gestapo sembraban el terror en la ciudad
eterna.
En el Hospicio de Santa Marta, se encontraban las legaciones ante
la Santa Sede, a excepción de la planta baja ocupada por
las oficinas del Vaticano, se hallaban en el primer piso,
diplomáticos yugoslavos, en la segunda, el Encargado de
Negocios de
EE.UU., Mr. Harold Tittmann y su delegación, en el
tercero, la legación francesa, en la cuarta, la
británica con Sir Francis Dodolphin D´Arcy Osborne,
Ministro Plenipotenciario inglés
ante el Vaticano y su mayordomo, John May, del cual
Monseñor O´Flaherty diría años
después : … es un verdadero genio, el hombre más
astuto y más hábil que he encontrado en mi vida…
, …
En el Colegio Alemán o Teutónico, donde se
escondieron bastantes evadidos residían judíos,
rusos y austríacos,… la princesa italiana Niní
Pallavacini, y otras destacadas personalidades como Carl Testa y
el historiador Hubert Jeding, así como el mismo
Monseñor O´Flaherty, gran conocedor de la sociedad
romana que junto a John May, informante clave y profundamente
familiarizado con la gente del pueblo, desempeñaron una
labor secreta sin precedentes desde las catacumbas
cristianas.
Monseñor O´Flaherty con el consentimiento
implícito del Papa Pío XII, John May con la ayuda
extraoficial de Sir Francis D´Arcy, y el Conde Sarsfield
Salazar de la legación Suiza, que tramitaba las peticiones
de ayuda clandestina de Secundo Constantini, constituyeron la
Junta Tripartita, que se encargaría de refugiar y mantener
escondidos en conventos y monasterios, en la misma ciudad del
Vaticano con un millar de habitaciones, y en domicilios secretos
de ciudadanos romanos, a miles de personas evadidas, durante la
ocupación de Roma, y bajo amenaza de ejecución de
quienes dieran cobijo a prófugos. Monseñor
O´Flaherty tendría organizado un prodigioso sistema
de huida y no tardaría en convertirse en el legendario
héroe de la novela de la
Baronesa Orczy que le valdría el nombre de ¨La
Pimpinela Escarlata del Vaticano¨.
La Pimpinela Escarlata del Vaticano.
Monseñor O´Flaherty junto al Arco delle Campane,
principal entrada a la ciudad del Vaticano, en lo alto de las
gradas que conducen a la Basílica de San Pedro,
solía esperar a quienes tenían problemas para
conducirlos hasta sitio seguro, no
tenía en cuenta el toque de queda si se trataba de
acompañar a algún evadido a un nuevo refugio o de
salir en busca de dinero,
…desafiaba todos los peligros.
La Junta Tripartita encabezada por Monseñor
O´Flaherty, hombre de acción,
John May, la encarnación de la astucia, y el Conde
Salazar, un conspirador nato, se encargaría de crear una
compleja red de contactos en el mercado negro,
confeccionaría documentos de
identidad
falsos, y abastecería de dinero a las células de
la
organización, que ponía mayormente a su
disposición Sir D´Arcy.
Un cuarto hombre, el
Príncipe Filippo Doria Pamphili, contribuía con
recursos económicos necesarios a la causa, y la princesa
Niní Pallavacini ayudaba a dotar a los evadidos de
documentación italiana, escoltando a muchos
de ellos hasta el Vaticano.
El Padre Borg que introdujo a la familia
Chevalier en la organización, estaba compuesta por
Henrietta, una madre heroina, dama viuda con 6 hijas y dos hijos,
que desempeñó un papel importantísimo en
encontrar alojamiento a los evadidos. Paul Chevalier que
trabajaba con Secundo Constantini en la antigua Embajada
británica y pertenecía al personal de la
legación suiza, hacía de informante en estrecha
colaboración con otros miembros utilizando un código
secreto que la organización desarrollaría para
nuevas entregas, porque las líneas telefónicas
romanas estaban intervenidas por el régimen, las llamadas
eran en clave : ¨… dile a mamá que llevaré
dos libros a casa …(en Via dell´Impero)¨ mientras
Radio Roma repetía sin cesar comunicados anunciando que la
ayuda a los evadidos sería castigada con la pena de
muerte, y se refugiarían en un apartamento ubicado
justo detras del hotel en el que
las SS habían establecido su cuartel general (en Via
Firenze) ¨… No se preocupe Monseñor, …Dios nos
protegerá, estoy segura …¨. El alquiler de ese piso
y de tantos otros corría a cargo de la organización
que Monseñor O´Flaherty puso en movimiento.
A comienzos del otoño de 1943, varios centenares de
romanos sabían de sus movimientos, así como
diplomáticos franceses, polacos, noteamericanos y
yugoslavos que recababan su ayuda para los partisanos que estaban
en contacto con campesinos italianos que ayudaban a esconder en
alquerías, … a los milicianos procedentes de los campos
de prisioneros, y que acabarían constituyendo la rama
rural de la organización, por lo que Monseñor O
´Flaherty tuvo que desplegar todos los recursos a su
alcance y extremar la cautela y sus esfuerzos.
Cedo Ristic buen amigo de Constantini, y que trabajaba en las
oficinas de la Cruz Roja Internacional (en Via Sardinia),
tenía muchos amigos campesinos y partisanos, con su
Mercedes visitaba las tabernas con una abultada cartera de mano y
presencia impecable, y cada uno recibía un fajo de
billetes ¨…tome Ud. el dinero
…son liras falsas… dicen que las imprimen dentro del
Vaticano…¨.
Colin Lesslie, el primer irlandés en pedir auxilio y
compatriota de Monseñor O´Flaherty, en su primer
encuentro con él quedó convertido en un
Monseñor de la Curia – teja incluida: ¨… Bien,
muchacho – sonriendo benévolamente mientras con
simpatía miraba a través de las gafas – he venido
para tratar de ayudarle. A ver qué podemos hacer …
Ahora, … – susurrando – vamos a dar un paseo. Tranquilo.
Seré yo quien hable. No se extrañe si gesticulo un
poco. Usted no conteste. Asienta sin palabras, como si se
mostrara de acuerdo con lo que digo. Y rece lo que sepa
…¨
A la mañana siguiente ya se encontraba a salvo en un piso
franco (en Via Domenico Cellini), y la única fuente
posible de suministros era la Cruz Roja Internacional, que
tenía instalados sus almacenes en la
antigua Embajada de los EE.UU., justo enfrente de un cuartel
lleno de alemanes.
Miss Molly Stanley tuvo un papel importantísimo en la red
de evasiones, si los nazis hubieran descubierto que era inglesa,
la hubieran detenido inmediatamente ¨…nadie reparaba en
mí, porque soy insignificante…¨ trabajaba con la
Duquesa de Simonetta informando a Monseñor
O´Flaherty cuando llegaban nuevos huéspedes a la
cárcel de Regina Coeli (llamada así,
paradójicamente, a causa de una iglesia cercana consagrada
a la Reina de los Cielos), de la que se había ganado la
simpatía de los carceleros … era todo un poema verla
sonreir ingenuamente mientras comprobaban los paquetes que
llevaba a los prisioneros.
Colin Lesslie se trasladaría a otro refugio que
Monseñor O´Flaherty le había facilitado por
mediación de Molly, porque su aspecto le delataba para
pasar por italiano, debía trasladarse a las bodegas del
Colegio Americano … en el que Monseñor McGeogh actuaba
de enlace.
El Conde Salazar y el Principe
Doria tenían que mantener no sólo a los evadidos
que llegaban a Roma, sino también a los cientos – y
después miles – que permanecían escondidos en el
campo, con familias de labradores, y Monseñor
O´Flaherty se encargaba de organizar personalmente la
recogida y distribución.
En el Palazzo Doria (en Via del Corso), se encontraba con el
Príncipe, su secretario y algun que otro acaudalado
romano, fue entonces cuando la Comandancia de la Gestapo en Roma
le acorraló ¨…Aguantad unos minutos sin abrir –
mientras se dirigía al zaguán, de donde
partía una estrecha escalera que se dirigía a las
bodegas…tomó aliento y trató de reflexionar
deprisa… Sabía que los alemanes eran capaces de
registrar el Palacio hasta dar con él … dió unos
pasos más y vió un rayo de luz , de una
trampilla abierta en el muro caían riadas de carbón
, comenzó a trepar y viendo dos carboneros junto a un
camión aparcado, giró la vista alrededor y
extendió sus brazos para alcanzar un saco, se quitó
rápidamente la sotana, lo mismo que la teja y el
alzacuellos, se enrolló la camisa alrededor de la cintura,
colocó su ropa en el saco que llenó de
carbón, se embadurnó la cara, el pelo, la camiseta,
el pecho y los brazos, y al borde de la trampilla aguardó
a los carboneros …pocos italianos entregarían a alguien
a la Gestapo si podían evitarlo…¨- De acuerdo, Padre
-¨. Con su saco al hombro empezó a caminar por el
patio rodeado de SS …A ninguno se le ocurrió pensar por
qué el carbonero sacaba un saco lleno…¨, y rebasando
el portal junto a la cabina del conductor se introdujo por un
callejón lateral camino de la salvación.
Todo el mundo sabía que si lo detenían, nadie
volvería a verle. Por esta razón, paracaidistas
alemanes montaban guardia día y noche al otro lado de la
línea blanca que separaba el Estado Vaticano de la Roma
ocupada para detenerle…¨Ese es Monseñor
O´Flaherty, un cura irlandés que está loco de
remate… Es peligroso, y no debe vivir… Nos está dando
más quebraderos de cabeza que cien romanos juntos, y tal
situación tiene que terminar…¨ el Coronel Herbert
Kappler, Comandante en Jefe de las SS en Roma, no estaba
allí para inspeccionar la guardia, sino para ordenar un
asesinato. Un soplo de Giuseppe de la Questura le salvaría
la vida, miembros de la Gestapo sin uniforme pretenderían
raptarle en el mismo Vaticano, y la Guardia Suiza evitaría
el secuestro.
John May y un grupo de
yugoslavos se encargarían de llevarlos a un
callejón y propinarles una paliza, pero Monseñor
O´Flaherty aunque era un boxeador experimentado no
aprobaría este tipo de métodos
expeditivos ¨…Monseñor es demasiado bueno, demasiado
inocente para vivir en un mundo como éste …¨.
Molly Stanley alertó a Monseñor O´Flaherty de
que el Príncipe Carracula había sido denunciado a
Kappler, ¨…Tienes una hora si mis informes son
correctos… Lo traeré aquí como sea¨. Antes de
transcurrido ese tiempo el Principe se había convertido en
un miembro de la Guardia Suiza de relevo.
Ni que decir tiene, que seguiría desarrollando su jornada
de trabajo en el
Santo Oficio, a la cual había que añadir el tiempo
dedicado a celebrar la Santa Misa y dos horas diarias de
devociones, mientras cubrían sus ausencias durante el
día en la escalinata de San Pedro.
Del millar de habitaciones con que contaba el Vaticano,
después de la guerra se cuenta que estuvieron ocupadas por
un número desconocido, pero bastante elevado de personas,
judíos sobre todo, que encontraron refugio en ellas. Los
nazis controlaban la ciudad. Noche tras noche, Monseñor
O´Flaherty siguió situándose en lo alto de la
escalinata de la Basílica de San Pedro, ante la plaza de
la columnata de Bernini, con sus 284 columnas, y coronada por 140
santos fundadores de órdenes religiosas, flanqueada por
dos fuentes cuyo
murmullo del agua
¨…semejaba una llamada misteriosa…¨ como él
mismo describe en su guía para visitar la ciudad eterna:
¨Roma Félix¨.
El 28 de septiembre de 1943, los nazis exigieron a la comunidad
judía de Roma, dos millones de libras esterlinas en
oro, y
posteriormente los detendrían y deportarían. En
poco más de 24 horas, la nobleza romana a instancias del
Papa Pío XII había logrado reunir dicha suma. Al
terminar la guerra, el Gran Rabino de Roma, el Dr. Zolli, que no
había dudado en pedir ayuda a Pío XII, y
había permanecido oculto en el Vaticano, se
convirtió al catolicismo. Por su parte, Su Santidad aunque
preocupado e inquieto por Monseñor O´Flaherty, al
que podía ver a diario desde la ventana de su estudio
cuando hacía su aparición en lo alto de las gradas,
continuó haciendo la vista gorda de quien hacía
tiempo que estaba al tanto de sus actividades, mientras los
guardias suizos montaban guardia dispuestos a impedir que
cualquier alemán osase traspasar la línea.
Los alemanes respetaron la neutralidad Vaticana y declararon a
Roma como ciudad abierta, por uno de aquellos milagros que
ocurren una vez en la vida, entre otras cosas, porque hasta
entonces había sido despiadada la persecución de
los judíos que vivían en la ciudad y el Vaticano
era una vía de escape, el Colegio de Cardenales rebosaba
de ellos. Monseñor O´Flaherty escondió a
muchos en su red de apartamentos, en el Colegio Alemán y
el de Propaganda
Fide, les ayudaba a salir del país o les proporcionaba
documentación italiana falsa para que pudieran permanecer
en Roma. La Princesa Pallavacini poseía una amplia
variedad de documentos de identidad, robados, falsificados por
May, consumado dibujante y fotógrafo, y otros de
procedencia vaticana.
Los campesinos italianos que solían vender sus productos en
los mercados,
llevaban ocultos en sus carros a evadidos de los campos de
prisioneros, y traían de vuelta, dinero y suministros para
los hombres de la rama rural del Conde Salazar. El 25 de octubre
recogido de una alquería, el Comandante Sam Derry del
Ejército Británico fue conducido a la
Basílica de San Pedro y de allí al Colegio
Teutónico, era lunes día en que los funcionarios de
la Santa Sede tenían que entregar sus ¨dossiers¨ a
los Cardenales, y el Reverendo Monseñor O´Flaherty
que trabajaba en el Santo Oficio tenía un trabajo
abrumador, solo hasta llegada la noche pudo salir
acompañado de él en dirección al Hospicio de Santa Marta,
¨…había logrado un doble perfecto de sí
mismo…¨ y reunidos con Sir d´Arcy y John May
nació la organización británica de ayuda a
los evadidos. Además de la Junta Tripartita (ahora
cuatripartita, con la incorporación de Derry), otros
oficiales británicos internados en el Vaticano empezaron a
llevar los aspectos administrativos y burocráticos de la
organización, muchos utilizaron el sistema de
pagarés firmados que enviaban por valija
diplomática para dar cuenta a sus familias de que se
encontraban con vida en el Vaticano o la Legación
Inglesa.
Muchos son los nombres de las personas que colaboraron con esta
organización: Hugh Montgomery, secretario de la
legación inglesa que se ordenaría sacerdote, el
capitán Henry Judson Byrnes y el subteniente Roy Charlton
Elliot internados en el Vaticano, los tenientes Bill Simpson y
John Furman acogidos por la familia Lucidi, matrimonio que
había colaborado desde el principio con Monseñor
O´Flaherty, … A partir de entonces, acompañado por
el Padre Borg u otros sacerdotes que resultaban vitales porque
eran quienes suministraban provisiones a los evadidos, uno solo
de ellos llegaba a visitar hasta 24 refugios al día, Derry
fue conociendo los distintos pisos, apartamentos, hoteles, almacenes, monasterios, … y
adoptó un sistema de claves para identificarse (por ej.
¨Golf¨ – Monseñor O´Flaherty;
¨Mount¨ – Sir d´Arcy Osborne; ¨Seck¨ –
Secundo Constantini; ¨Emma¨ – Conde Sarsfield Salazar;
…), cientos de personas acabarían ayudando a
Monseñor O´Flaherty en su arriesgada y humanitaria
tarea.
No es de extrañar que los oficiales ingleses que ahora
trabajaban con él tratasen de favorecer la causa de los
aliados montando una red de espionaje paralela a la
organización. Derry, Simpson y Furman habían
establecido contacto con las tropas británicas del sur de
Italia, y lograrían establecer en Roma, cuatro emisoras
portátiles clandestinas. Pietro Tumati y Umberto Losena se
encargarían de suministrar los datos necesarios
a las fuerzas británicas sobre los evadidos.
De este modo, se constituyó la división de tareas
de la organización: Monseñor O´Flaherty se
encargaba de las visitas a los enfermos en los hospitales y a los
prisioneros de Regina Coeli, de organizar nuevos refugios y de
obtener provisiones, con la ayuda de John May y el Conde Salazar,
Furman y Simpson se responsabilizaban de conducir a los evadidos
hasta su refugio, distribuir el dinero y hacer que los
suministros llegaran a su destino, y Derry coordinaba las
operaciones. A partir de este momento, la ayuda económica
provenía además de Sir d´Arcy y el
Príncipe Filippo, del Servicio de
Inteligencia
Británico mediante operaciones con Londres a través
de Suiza y cambiando moneda en el mercado negro.
El hecho de disponer de información sobre los presos o
detenidos, era un medio para prevenir cuaquier registro sin
aviso previo por parte del ejército alemán, que
recaería sobre aquellos domicilios en los que su
¨padrone¨ con varios refugiados a su cargo hubiera sido
encarcelado o sometido a interrogatorio, y era necesario visitar
a los enfermos con el fin de recuperarlos lo antes posible,
porque eran quienes en caso de ver imposibilitada su huida de ser
descubierto su escondite tenían menos probabilidades de
escapar. Eran los mismos presos y a través de los
contactos en Regina Coeli, los que facilitaban los informes
necesarios, y Monseñor O´Flaherty como Molly Stanley
solían visitar la cárcel, así como a los
impedidos, Madame Chevalier como enfermera, y Milko Skofic, como
doctor, cuando visitaban a los enfermos en sus domicilios, nunca
salían a la calle juntos, tomaban el tranvía
Circolare Rossa que recorría los suburbios de Roma, y se
sentaban en asientos separados, a la vista, y hacían el
recorrido circular varias veces antes de apearse, para asegurarse
de que nadie les seguía.
Junto a las tareas de rescate de los evadidos, desde la rama
británica cada vez era mayor el caudal de
información que la organización recogía y
transmitía a los Servicios de
Inteligencia de los aliados, hasta el extremo de una lista
completa de los evadidos y de su situación, un croquis de
la disposición de las tropas alemanas en la zona norte de
Italia y una serie de fotografías de los dispositivos de
defensa nazi en las proximidades de la frontera con
Francia, a través de Evangelo Averoff, que terminada la
guerra sería nombrado Ministro de Asuntos Exteriores de
Grecia, y de
su compañero Teodoro Meletiu, del movimiento de
resistencia griego. Asimismo, a través de Giuseppe de la
Questura, se disponía de informes que incluían las
órdenes del día de las SS, de los neofascistas
colaboracionistas, y de la Gestapo, también una lista de
diversos distritos romanos en los que los alemanes planeaban
hacer una serie de registros en las
próximas noches, a partir del toque de queda de las 19 h.
y con posterioridad de las 17 h. 30m. que la organización
de Monseñor O¨Flaherty con riesgo de su
propia vida siempre desafiaba.
Tras sucesivos registros llevados a cabo por las SS a comienzos
del mes de enero de 1944, se habían desalojado los pisos
de Via Firenze y Via Domenico Cellini, y en varias ocasiones
registraron el domicilio de la familia Chevalier en Via
dell´Impero, de los Lucidi en Via Sciaiola, … A mediados
de mes, la riada de evadidos que inundaba Roma adquirió
grandes proporciones, ingleses, norteamericanos, de nacionalidad
hindú, sudafricanos, … árabes mulsulmanes … que
llegaban al Arco delle Campane para pedir asilo en el santuario
de la cristiandad.
La situación todavía más dificil
desencadenó varias detenciones, huidas, capturas, … que
obligaron a extremar las precauciones, ¨… De repente,
sonó el timbre de la puerta. Abrieron enseguida, creyendo
que era Simpson, … hombres de las SS… En el coche celular,
Furman, con increíble sangre fría, se las
arregló para romper en trozos diminutos sus documentos de
identidad y un cuaderno de notas con las direcciones y nombres,
en clave, de destacados miembros de la organización;
luego, disimuladamente los fue tirando poco a poco por el
estrecho ventanal, … mientras esperaba que le interrogasen
acertó a sacar la miga de un panecillo que guardaba en el
bolsillo y esconder una suma importante de dinero que hubiera
hecho sospechar … A Furman le aterraba pensar que los alemanes
desarticularan la organización y llegaran hasta Derry, …
Monseñor O´Flaherty, cuando supo lo sucedido se
sentó a la mesa de su despacho en el Colegio Alemán
y se pasó horas telefoneando a los sacerdotes que
colaboraban con él para rogarles que visitaran los
refugios que les correspondían y prevenir a los evadidos
… Durante varios días, todos, en la organización,
se pusieron en movimiento, trasladando a los refugiados a nuevos
escondites, cambiando todo el sistema para restablecer la
situación existente tras los primeros días de enero
… Monseñor O´Flaherty para interesarse por la
suerte de los prisioneros fue a la cárcel a visitar a
Bruno Buchner que había sido detenido con Furman …
Sólo quería decirle, Monseñor, que no he
hablado … y que no hablaré pase lo que pase …¨ .
El 24 de enero, Rino Messina, un barbero italiano que visitaba
Regina Coeli casi todos los días, hizo llegar a Derry, por
medio de May, una nota en la que Furman hacía un breve
informe y
facilitaba una lista de evadidos que estaban en la cárcel,
los prisioneros británicos iban a ser llevados a paradero
desconocido, días después escapó saltando
del tren cuando era deportado a un campo de concentración
en Alemania, y consiguió volver al Vaticano.
A raíz de estos acontecimientos, el Barón Von
Weiszacker, Ministro Plenipotenciario alemán ante la Santa
Sede, el cual expedía salvoconductos auténticos
para el personal que trabajaba en el Vaticano, cuando no bastaban
los que Monseñor O´Flaherty, con ayuda de May y de
la Princesa Pallavicini, expedían a través de la
imprenta del
Vaticano, en una recepción en la Embajada de
Hungría advertía a Monseñor O´Flaherty
de que había logrado convencer a Kappler, al acecho en el
vestíbulo de invitados, de que no intentaría nada
contra él esa misma noche, pero que si volvía a
abandonar el territorio de la Ciudad del Vaticano, podía
estar seguro de que le detendría, y acto seguido las
autoridades del Vaticano hicieron público un edicto
limitando severamente las salidas de los residentes, era
todavía más importante que a él no le
capturasen cuando su ayuda era imprescindible mostrándose
mucho más cauteloso en sus movimientos.
La misma noche en que los alemanes volvieron a visitar el
apartamento de los Lucidi, supo que habían detenido a
Renzo Lucidi. Adrienne Lucidi, en una ocasión durante el
transcurso de una ópera se había atrevido a
acercarse y pedir un autógrafo al mismo Gobernador Militar
de Roma, durante las primeras semanas de la ocupación nazi
había ejercido ese cargo el General Stahel,
austríaco y católico, pero Kappler lo había
destituído, y ahora en su lugar había nombrado al
General Maeltzer. Al terminar la guerra, se rumorea que esa era
la firma que la organización había utilizado para
falsificar centenares de salvoconductos. Monseñor
O´Flaherty supo también que habían detenido a
Concetta Piazza de quien dependían suministros a los
evadidos y consiguió su liberación a través
de una carta al Comandante en Jefe del Alto Mando alemán,
Mariscal Von Kesserling, redactada por la misma detenida con una
nota del Ministro Irlandés ante la Santa Sede, Thomas
Kiernan, que pertenecía a un pais neutral. La libertad de
Renzo se tramitó mendiante el Secretario de la Embajada de
la Francia de Vichy, Francis De Vial, que trabajaba para el
movimiento de la Francia Libre del General De Gaulle.
El Príncipe Bismarck, Ministro Pleniponteciario
alemán en Italia, mantenía relaciones con
Monseñor O´Flaherty y con los Kiernan, por lo que
cuando Derry quería obtener información,
sabía a quien acudir, una de las cuestiones clave fue
saber si declararían Roma como ciudad abierta, es decir,
que abandonarían la ciudad sin lucha, y tal como el
Comandante en jefe de las tropas aliadas en Italia, el General
Alexander, declararía liberada Roma, … aquella
información había sido de incalculable valor. El
automóvil de la familia Kiernan con matrícula del
cuerpo diplomático, además de sus salidas oficiales
también servía para ayudar a trasladar
fugitivos.
Una mañana, a comienzos de marzo, Renzo Lucidi
recibió una llamada telefónica de Joe Pollack, a
quien todos creían muerto, había sido un estrecho
colaborador de Simpson y Furman, llamaba desde el apartamento de
Via Domenico Cellini, que había sido desalojado. La fuga
se produjo en una estación de ferrocarril, aprovechando un
desconcierto, emprendió la huida. En este momento,
sólo Monseñor O´Flaherty, Derry, Simpson, …
conocían dónde estaban situados todos los refugios,
en cuanto a Furman y Pollack desconocían la
ubicación de los nuevos escondites mientras habían
estado detenidos, y los informes de Giuseppe de la Questura eran
cada vez más precisos apuntando a un delator en la
organización. Francis de Vial descubrió de quien se
trataba, Pasqualino Perfetti, había colaborado con la
organización desde sus inicios y conocía la
situación de numerosos refugios de ingleses y franceses,
en pocos días veintiún evadidos fueron atrapados y
más de una docena de ¨padrones¨ italianos
apresados.
Monseñor O´Flaherty y Derry contabilizaron las
personas que habían ayudado hasta el mes de marzo, el
número declarado fue de 3.423 personas.
La Primavera Roja.
La mayoría de los registros se producían en busca
de comunistas, pues muchos de ellos pertenecían al
movimiento de resistencia, y las últimas semanas
estuvieron especialmente jalonadas por actos de sabotaje, hasta
que la operación del miércoles 22 de marzo a las 14
h. en Via Massella desencadenó una masiva oleada de
persecuciones. Derry que no creía en estas acciones, se
puso en movimiento mandando evacuar todos los refugios por miedo
a represalias. Furman fue a buscar a Pollack y, los dos juntos,
recorrieron los diferentes refugios para avisar a los evadidos;
sin embargo, no entraron ambos en los pisos: mientras uno de
ellos daba la voz de alarma, el otro vigilaba en la puerta de la
calle, con objeto de que si los alemanes estaban al acecho uno al
menos pudiese escapar e informar a Derry de lo sucedido.
Sin duda días antes, el 17 de marzo, festividad de San
Patricio, santo patrón de Irlanda, la providencia y
Giuseppe de la Questura, habían salvado a Monseñor
O´Flaherty de una trampa tendida por Kappler, un aviso a
tiempo evitaría que se trasladara a Fara Sabina, una
localidad a 50 Km. de Roma, en respuesta a una falsa
petición de auxilio. Monseñor O´Flaherty se
salvaría pero el hermano Robert Pace, uno de sus
más eficaces colaboradores, caería en una trampa
similar. El hermano Bob como así le llamaban había
sido quien condujo a una habitación tabicada en casa de la
familia Rienzo, en Via Roggero Bonghui, al militar de mayor
graduación evadido de un campo de prisioneros, el Teniente
General M.D. Gambier-Perry, que luego sería trasladado al
Hospital de las Hermanas de María, las ¨blue nuns¨
o ¨monjas azules¨, Teodoro Meletiu fue quien
conseguiría traerlo a Roma. El mismo día en que Bob
fue puesto en libertad, gracias a un mensaje a su Superior, en la
Casa Madre de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, que
había sido habilitada como Hospital de campaña, y
en el que había cuidado a muchos oficiales alemanes
heridos, quienes intercedieron ante Ludwig Koch, responsable
directo del cuartel general de la Gestapo en Via Principe Amedeo,
se produjo la represalia. El coronel Kappler daría la
orden, 320 ciudadanos romanos, serían concentrados en las
Cuevas Ardeatinas, en Domitilia, repitiéndose los hechos
ocurridos en la población de Lidice, en Checoslovaquia.
A raíz de estos acontecimientos, los nazis presionaron al
Gobierno Suizo, por lo que la legación helvética en
la antigua Embajada británica tuvo que suspender su labor
de ayuda, bajo amenaza de detener a su principal responsable en
el plazo de 24 h. Asimismo, se lanzaría un último
aviso a los superiores de las principales órdenes
religiosas, por lo que el Padre Borg y los sacerdotes que tanto
ayudaban a Monseñor O´ Flaherty quedarían
confinados en sus conventos y monasterios, y en el Vaticano
obligarían a clausurar todos los accesos al Colegio
Teutónico.
A primeros de abril, Kappler y Koch habían logrado nuevos
éxitos, principalmente por culpa de Perfetti. Los alemanes
habían empezado a detener en plena calle a los
sospechosos, trajeron nuevas tropas a la ciudad y miles de
miembros de las SS emprendían una oleada de registros, …
en pisos cercanos al Vaticano, a los cuales Monseñor
O´Flaherty iba enviando los evadidos recién
llegados, se escondía a los refugiados en el sótano
al que se tenía acceso a través de una trampilla
situada bajo una de las camas de sus habitaciones, … o se
utilizaba una escalera para acceder desde el balcón del
patio de luces al piso de arriba mientras duraba el registro, …
en el Colegio Americano, Colin Lesslie convertido en jardinero y
aliado con la primavera roja del Vaticano, es decir
Monseñor O´Flaherty, excavaría un profundo
agujero bajo los macizos de flores del jardín, en el cual
se ocultaría si los nazis asaltaban el Colegio, … a
petición de los interesados, hizo otros similares para los
demás refugiados, … Derry llegaría a trazar un
plan con
Monseñor O´Flaherty, para esconder a los evadidos en
las catacumbas de Roma, como habían hecho los primeros
cristianos durante las persecuciones. Era un plan muy detallado,
que facilitaría a cada evadido un mapa con las entradas,
túneles y galerías subterráneas …
Furman, en las subsiguientes operaciones de rastreo de fugitivos
por la ciudad, fue obligado a bajar del tranvía en que
viajaba con otros pasajeros, mientras un destacamento registraba
a sus ocupantes en el patio interior de un bloque de
apartamentos, sin pérdida de tiempo, sacó la agenda
del bolsillo, arrancó las páginas comprometedoras,
las rompió en pequeños trozos e hizo con ellos una
bola de la que se deshizo, … y ahora su principal
preocupación eran los paquetes de tabaco que
llevaba en los bolsillos, que fue extrayendo disimuladamente,
aplastó y dispersó en briznas, hasta que
llegó su interrogatorio, … ¡sus papeles! –
vociferó- … la mayoría protestaba declarando ser
fascitas, otros aseguraban ser íntimos amigos de jefes
militares, … él permanecería impertérrito,
mudo, impasible y sin palabras, … sacaría un
salvoconducto o tarjeta de identidad firmada por el Ministro
Plenipotenciario alemán ante la Santa Sede, el
Barón Von Weiszacker, … un certificado o documento que
avalaba que trabajaba en el Vaticano en el Servicio
Técnico … falsificado por la Princesa Pallavacini y May
… ¡puede irse!.
El 18 de abril, Simpson sería detenido en casa de
estraperlistas italianos que operaban en el mercado negro. Todos
los esfuerzos que hizo la organización para tratar de
localizarle fracasaron. Giuseppe no obtuvo la menor pista, Molly
no lo localizaría en Regina Coeli, las investigaciones
de la legación suiza no dieron resultado, … En realidad,
Simpson permanecería encarcelado en una galería de
la prisión Regina Coeli vigilada exclusivamente por nazis
y separado del resto. Al cabo de 15 días, Simpson
lograría entregar un mensaje a Messina, …
Unas horas más tarde, el mismo día de la
detención de Simpson, el Padre Roche, agustino, que
prestaba sus servicios en la Iglesia de San Patricio y que era
uno de los más fieles colaboradores de Monseñor
O´ Flaherty era capturado, aunque sería puesto
milagrosamente en libertad al cabo de unos días porque los
fascistas pensaron que era un simple sacerdote sin ningura
vinculación con la red …
El Padre Muster, era uno de los pilares de la organización
y su captura un duro golpe para Derry y Monseñor
O´Flaherty … viéndose perseguido se
dirigiría a la Basílica de Santa María la
Mayor, también conocida por Ntra. Sra. de las Nieves,
pensando que si podía alcanzar la escalinata que conduce a
la entrada principal estaría en zona extraterritorial, …
alcanzado el dintel de la puerta fue duramente golpeado por un SS
de paisano, … un Guardia Palatino al verle, corrió hacia
él, y defendiéndole lo introdujo en el interior del
templo, pero apenas transcurridos unos minutos desde que llegaran
a la Sacristía, … un escuadrón de las SS
había rodeado el edificio inmovilizando a los guardias
palatinos y lo detuvieron, trasladándole al cuartel
general de la Gestapo en Via Tasso, … Los interrogatorios
duraron 3 semanas sin cesar de rezar que Dios le ayudase,
mientras las autoridades del Vaticano intentaban su
liberación. El sacerdote duro, valiente y obstinado en una
celda de los sótanos, sin luz ni ventilación,
permanecería 15 días más, hasta su
deportación a un campo de concentración en Alemania
… cuando el tren se detuvo en las inmediaciones de Florencia,
dejándole sólo unos instantes, saltaría
desde el furgón a la vía, y huiría
regresando a Roma cuando ya había sido liberada.
Madame Chevalier abrió la puerta de su piso cuando
llamaron, … ¡Váyanse! … ¡Deprisa! …
¡Los alemanes nos están vigilando! …
escaparían de las SS, mientras ponía en marcha un
plan de fuga …, sus hijas irían abandonando el piso, …
no repararían en las mujeres … Monseñor
O´Flaherty les buscaría una alquería a las
afueras en la que permanecerían hasta la liberación
de Roma.
Así pues, la situación de la organización,
que ya alcanzaba las 3900 personas a su cargo, se tornó
crítica
tras más de 40 detenciones en menos de un mes. El 23 de
abril, Derry envió una circular a los principales
responsables … porque los alemanes redoblarían sus
esfuerzos para capturar a todos los evadidos … no debían
salir a la calle y tenían que almacenar agua y alimentos
en los refugios para resistir durante un posible asedio a la
ciudad …¿ Cuando vienen ?, era la pregunta que estaba en
todos los labios … Asomaron lágrimas a los ojos de
Monseñor O´Flaherty … Ahora más que nunca
es imprescindible que hagamos todo lo que esté en nuestras
manos, por muy arriesgado que sea …
El milagro se volvió a producir cuando la providencia
quiso que Ludwig Koch, acérrimo perseguidor, recurriera a
Monseñor O´Flaherty para evacuar su familia de Roma,
en las postrimerías de la ocupación, era el
principio del fin … Necesito alguna garantía …
sólo si pone en libertad al teniente Simpson … me
ocuparé de su esposa y su madre … el plan
consistía en llevarlas a Nápoles e internarlas en
un Convento …
El 3 de junio, May fue a ver a Derry y le dijo que un carro de
combate inglés había llegado hasta la villa del
Papa, en Castelgandolfo … En efecto, los alemanes empezaron a
retirarse entre el colapso de los transportes y
aprovisionamientos … las tropas que protegían las
cárceles se fueron y los miembros italianos de la Gestapo
de prisiones desertaron … los prisioneros abandonaron sus
celdas… había que trasladar a algunos evadidos para que
los alemanes no les dieran caza. A lo largo de 2 días
interminables, mientras se retiraban de Roma, los rusos fueron
trasladados a nuevos escondites … Furman tendría un
último encuentro con un oficial alemán, que le
daría el alto y le obligaría a correr … como
diría más tarde, si lo hubiera hecho no lo hubiera
contado … siguió caminando despacio y rezando… El
domingo, 4 de junio, a la 19 h. 15 m., las vanguardias de la 88
División Norteamericana llegaban a la Plaza de Venecia, en
el corazón de Roma; los franceses avanzaban por la Via
dell´Impero y las tropas inglesas empezaban a desfilar por
Via Nazionale.
Desde el balcón de la Basílica de San Pedro, el
Papa Pío XII, con voz rota y emocionada,
pronunciaría las siguientes palabras: ¨Hace unos
días, todos temblábamos por la suerte de Roma. Hoy,
damos gracias a Dios porque ambos ejércitos contendientes
han colaborado para preservar la Ciudad Eterna …¨ , y
concluyó dando la bendición ¨Urbi et Orbi¨
… en la capilla del Hospicio de Santa Marta, una figura
legendaria pemanecería de rodillas rezando y dando gracias
a Dios…
En el momento, de la liberación de Roma, la
organización tenía a su cargo 3925 evadidos y
perseguidos. De ellos, 1695 ingleses, 896 sudafricanos, 429
rusos, 425 griegos, 185 norteamericanos y el resto de otras 20
nacionalidades. El Papa Pío XII lo sabía, y el
Cardenal Ottaviani, su superior más directo en el Santo
Oficio, también lo seguía de cerca, y ambos
asentían en silencio …
La Comisión Aliada expidió 75000 certificados de
servicios prestados y repartió alrededor de un
millón de libras esterlinas en indemnizaciones, y miles de
soldados italianos prisioneros fueron internados en Africa del Sur,
por lo que sus familiares acudían al Santo Oficio para
recabar noticias,
estas tareas duraron varios años. De este modo,
Monseñor O´Flaherty, volvería a convertirse
de nuevo en el ¨Corriere di Dio¨ , encargando a un grupo
de sacerdotes que confeccionaran listas de prisioneros y le
mantuvieran informado, … colaborando en el traslado a Israel de muchos
judíos que habían salvado de la persecución
nazi, … porque su misión consistía en ayudar a
los desamparados, … Aquellos años, Monseñor
O´Flaherty llevó a cabo otra obra de misericordia:
el Coronel Kappler, enemigo durante la ocupación de Roma,
había sido juzgado y condenado a cadena perpetua en la
prisión de Gaeta, a mitad de camino entre Roma y
Nápoles, nadie iba a visitarle, excepto él todos
los meses, … en marzo de 1959 le impartió el sacramento
del bautismo…
Palabras Clave.
Ascetismo (sinón. esfuerzo, superación, …;
antón.
acedia, deprivación, …): acto de misticismo que pretende
superar la aflicción.
Martirio (sinón. testimonio, testamento vital, …;
antón. suicidio): acto de sacrificio en la
aflicción, suplicio y tortura.
Suicidio (sinón. eutanasia, autoinmolación, …;
antón. martirio): acto de homicidio que
pretende evadir el suplicio, agonía y
aflicción.
Bibliografía.
J.M. Amenós Vidal. Psicología Cristiana.
Principios fundamentales de la tradición judeo-cristiana y
greco-romana en la Religión y Filosofía.
Conferencia presentada en la categoría de ética en
el V CVP – Interpsiquis 2004.
J.P. Gallagher: Púrpura y Negro; de Ediciones Palabra.
Madrid (1985). La versión original de este libro
apareció en Souvenir Press Ltd. London con el
título ¨The Scarlet Pimpernel of the Vatican¨.
Paul Louis Landsberg. Ensayo sobre
la Experiencia de la Muerte y El Problema Moral del
Suicidio. Caparrós Editores. Colección Espirit.
1995. España.
XXIX Videoconferencia Teológica Internacional, que tiene
por tema: "El martirio y los nuevos mártires". Prefectura
de la Congregación para el Clero – S. Em. Revma. Cardenal
Darío Castrillón Hoyos (Ciudad del Vaticano, 28
mayo 2004): Regensburgo: Gerhard Ludwig Müller; Madrid:
Alfonso Carrasco Rouco;…
Agradecimientos.
Nuestros agradecimientos a Octavio Escobar por la paciencia que
ha demostrado y su sugerencia de documentación sobre los
mártires, y a nuestros amigos María Jesús
Torres, Julián Castellanos y Alfredo León.
José María Amenós
Vidal
Psicólogo Clínico y Social (docencia e
investigación desde 1984) por la
Universidad Central de Barcelona (España). Miembro
Fundador y Administrador de la FPC.
Marcelo Alejandro Correa
Agente Pastoral de Salud, impulsor y promotor
de grupos de
prevención del suicidio en Argentina, y de duelo por
suicidio en la Asociación Civil Estaciones del Alma
(ACEDA) de Bahía Blanca.
Fundación Psicología y Cristianismo. c/
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